Descubre en este artículo qué es una vía ferrata y por cuál empezar según tu nivel

Las vías ferratas son rutas de montaña equipadas con diferentes sistemas que permiten al deportista completar un itinerario de forma protegida y avanzar hasta llegar al punto final de la ruta. A diferencia de la escalada, estos equipamientos se encuentran instalados en la roca y solamente hay que seguirlos, siendo claramente visibles los movimientos a ejecutar para conseguir una progresión. Aunque parezca sencilla, la progresión en vías ferratas tiene su punto de complejidad y precisa de material específico.

Las vías ferratas se clasifican en distintos niveles de dificultad teniendo en cuenta diferentes factores, que son los siguientes: 

• La dificultad que presentan las diferentes secciones dependiendo de la verticalidad, extraplomos existentes, número de agarres y distancias entre ellos… Són parámetros que indican un itinerario más o menos atlético que otro.
• Longitud de la vía ferrata. En principio, cuanto más larga es una vía más cansancio puede generar. No obstante, hay vías ferratas cortas tan exigentes que se pueden considerar más difíciles que vías mucho más largas.
• El factor psicológico o valor. Existen vías ferratas que discurren por terrenos con mucho desnivel y hay personas que se ven afectadas negativamente por la visión de un enorme vacío a sus pies, aunque el camino pueda resultar físicamente fácil de ser seguido. El factor miedo no debe ser menospreciado, ya que puede hacer que nos fallen las piernas. 

Por el momento aún no se ha llegado a un consenso sobre el sistema de graducaión de la dificultad de las vías ferratas, ya que cada país utiliza el suyo propio. En España el sistema más común clasifica las vías ferratas en los siguientes grupos:

• K1 – Fácil. Se podrían considerar casi caminos de senderismo. Discurren por buenos terrenos y pueden ser recorridos sin dificultades. Algunos pasos más desprotegidos suelen disponer de elementos de agarre como por ejemplo estacas de hierro, o incluso cables de seguridad pero su utilización suele responder más a factores psicológicos que a un riesgo de caída real.
• K2 – Medio. El terreno es más escarpado y se hacen necesarios agarres para la progresión. Existen algunas secciones de cable de seguridad y llevar material de seguridad (arnés, disipador, casco, guantes… ) es indispensable a partir de este nivel.
  
• K3 – Un poco difícil. Predominan los tramos verticales con buenos apoyos. Existen muchas más secciones de cable de vida para asegurarse. No hay grandes exigencias físicas pero pueden existir tramos en los que el factor psicológico sea importante.
  
• K4 – Difícil. Terreno rocoso con muchas secciones verticales. El recorrido suele ser mucho más expuesto que en los nieves anteriores, y los agarres y apoyos más pequeños y distanciados entre sí. Aunque tengamos cable de seguridad, necesitaremos tener más fuerza de brazos para poder superar algunos pequeños desplomes. Existen posiciones que pueden generar una gran impresión.
• K5 – Muy difícil. Existencia de largas secciones muy empinadas, incluso con escalada en roca. Muy largas y exigentes físicamente. Recorridos muy verticales provistos de peldaños o apoyos sólo en los pasos más difíciles. Es indispensable estar en buena forma física, tener fuerza en los brazos. Se recomienda tener experiencia en escalada.
• K6 – Extremadamente difícil. Terrenos reservados solamente para auténticos expertos, con nervios de acero y muy buenas condiciones físicas. Se hace indispensable gozar de mucha fuerza en los brazos para poder levantar el propio peso. Recomendable llevar pies de gato o calzado similar.
  

Existen dos tipos de vías ferratas:

• Vías ferratas clásicas: Por norma general finalizan en una cumbre y suelen adaptarse a las características del terreno. Hay algunos pasajes equipados para poder ser superados pero siempre siguiendo la naturaleza del terreno a ascender. Se centran básicamente en la longitud del itinerario, algún paso más o menos complicado y en la ruta de descenso. Son más parecidas a una excursión con pasos equipados que a la escalada. Dependiendo del terreno y las condiciones, puede hacer falta experiencia en técnicas de alpinismo y orientación en montaña. También se las conoce como vías ferratas italianas, dolomíticas o alpinas.
• Vías ferratas deportivas: Discurren por las zonas más verticales y expuestas de las montañas. Se hace necesario utilizar las grapas, peldaños de hierro y cable de seguridad durante todo o casi todo el itinerario para poder superar zonas muy verticales y extraplomadas. Existen otro tipo de atracciones como puentes, tirolinas, etcétera. Normalmente son recorridos más cortos que las vías clásicas y los retornos no son tan complicados o son simplemente por senderos balizados. Por el contrario, exigen conocimientos de técnicas de escalada, una buena condición física y sobretodo fuerza en los brazos.