Los genios no entienden de tiempo, los mediocres abandonan a la tercera

La importancia de estar en el camino, persona caminando por el bosque

La escalada es una gran metáfora de la vida. Cuando decides encadenar una vía es como cuando te fijas un objetivo vital. Para llegar a ello debes emprender un camino en el que encontrarás momentos fáciles donde disfrutarás y momentos difíciles donde sufrirás. Se debe entender que esto es lo que conduce al destino que has elegido, la reunión, y que cada uno de los pasos son inevitables, sean como sean.

Entrena tus emociones

En este proyecto será normal sentir emociones y seguramente te alegrarás cuando las cosas te vayan bien, pero también te enfadarás cuando las cosas te cuesten. Acepta lo que sientes, pero no dejes que las emociones te limiten. Este vaivén de sentimientos condicionarán tus decisiones y es mucho mejor que cada movimiento sea independiente y objetivo. Toma cada paso como algo único sin que el anterior lo condicione. ¿Qué significa esto? Puede ser que vengas de hacer unos cuantos movimientos que te hayan resultado fáciles y tu ego te convenza de que se te está dando bien y que no va a costarte, entonces en el momento en que te encuentres con alguna complicación éste orgullo se verá dañado y te frustrará. También puede ocurrir que estés enfadado porque nada te sale tan bien como esperas y eso te lleve a abandonar sin seguir intentando el resto de la vía. Por eso, resulta importante aislar cada movimiento y entenderlo sin connotaciones positivas o negativas, hazlo de manera independiente aceptándolo tal como es.

Éste es un ejercicio mental que puede resultar difícil a priori pero que puede entrenarse y te resultará beneficioso. Aprenderás a tomarte las situaciones con filosofía y, a la larga, los resultados vendrán solos.

Estar en el camino

En el momento en que te planteas una vía, como en la vida cuando deseas algo, eso te transporta directamente al camino. Ser consciente de que estás en el camino es la clave para avanzar por él, nunca lo olvides. Lo que pase mientras te muevas es lo que importa, es lo que moldeará tu cuerpo y tu mente para que seas lo suficientemente fuerte para conseguirlo. La lucha te prepara, te enseña y te esculpe para que puedas llegar. No importan los fallos porque realmente nunca fallas, son el trámite que debes pagar para mejorar. Así que sigue intentándolo con paciencia y sin dar importancia al tiempo.

El escalador Adam Ondra tardó 4 años en conseguir encadenar el 9c, el grado de escalada más difícil logrado hasta hoy. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera tenido la paciencia de seguir intentándolo hasta el final? Evidentemente, no debes comparte a él ni a nadie. Pero sí que es un buen ejemplo de paciencia y de lucha. Cada vez que falles sigue intentándolo, estudia cómo mejorar y no te dejes vencer. Cada intento será una transformación para ti hacia una mejor versión.

Mi mejor versión, mi nuevo reto

En realidad, el camino es el objetivo. Llegar a la reunión y encadenar no traerá la magia de convertirte en alguien más fuerte en ese preciso instante. Tocar la reunión y llegar a tu meta sólo será un aviso de que lo has conseguido y de que estás preparado para emprender un nuevo reto.